Con el paso del tiempo las experiencias nos van nutriendo y nos permiten apreciar con profundidad la calidad de las cosas.
A mí, las cosas de la vida me llevaron a Casa Bruzzone. Con la idea de hacer un trabajo para la facultad, llegué a este espacio donde el arte y la naturaleza se fundían. Luego de "rebotar" en varios lugares con la propuesta de colaborar, Magda dijo: "pero cómo no, qué más queremos que nos ayuden?". Y así, sábado a sábado, haciendo tiempo entre el trabajo, el estudio y la familia, me escapaba en bici para descubrir este museo.
Allí comencé verdaderamente a descubrir de qué se trataba la gestión cultural: me di cuenta que en los libros no están todas las recetas, que la teoría es demasíado teórica y que trabajar en equipo era tan complejo como enriquecedor.
Aprendí que trabajar seriamente no implica ser solemne,y que el placer de trabajar en lo que a uno le gusta no tiene precio. Articular la teoría y la práctica la mejor fórmula. Mis experiencias fueron variadas y en general muy gratificantes.
La loca idea de Magda, hacer un museo de la casa-taller de Alberto Bruzzone, hoy no sólo es realidad sino que se cumple un década. El trayecto no fue fácil pero el compromiso siempre fue más fuerte. Hoy, como mucha gente, puedo decir que soy parte de Casa Bruzzone y que eso me hace feliz.
El sábado 12 de diciembre de 2009 a las 19 se realizará la muestra que contará un poco la historia de este mágico lugar: festejemos juntos estos 10 años!!
Nos vemos!!